Las participantes en el taller de costura organizado por los Servicios Sociales completan con éxito su aprendizaje

Una decena de mujeres en diferentes situaciones de especial vulnerabilidad han recibido este martes el certificado que acredita su participación en un taller de costura y patronaje organizado por los Servicios Sociales del Ayuntamiento. El proyecto, que se ha desarrollado durante dos años en La Cruïlla Centro Cívico del Pinar, tenía como objetivo facilitar la inserción laboral de estas rubinenses en riesgo de exclusión social, al tiempo que les proporcionaba un espacio de socialización y ayuda mutua.

El taller se puso en marcha en 2019 a raíz de la demanda de un grupo de mujeres que estaban en seguimiento de los Servicios Sociales municipales y que sufrían especial vulnerabilidad, ya fuera porque tenían pocos recursos económicos, por falta de habilidades y competencias personales, por problemas graves de salud o porque no disponían de una vivienda digna. Todas estas circunstancias les dificultaban el acceso al mercado laboral y les generaban baja autoestima, desmotivación y dificultades en la búsqueda de objetivos personales, entre otros.

El taller organizado por el Ayuntamiento les ha permitido aprender diferentes técnicas de costura y patronaje que les servirán para arreglar prendas y para elaborar las propias, dotándolas así de una nueva oportunidad de acceso al mercado laboral, ya sea a través de una empresa o como emprendedoras autónomas. Además, la iniciativa les ha comportado muchos otros beneficios, como la promoción de hábitos de vida saludable mediante la educación de valores y rutinas adquiridas, el fomento de estados anímicos positivos a través de una actividad motivadora, la mejora de sus habilidades relacionales y la consecuente prevención del aislamiento social, y la generación de un espacio donde las mujeres podían ser protagonistas de sus vidas. La concejala de Servicios Sociales, Yolanda Ferrer Polo, ha destacado que, "más allá de un espacio de aprendizaje, se ha constituido un espacio de oportunidades que ha permitido tejer verdaderas redes de relaciones. Y estas son esenciales para apoyar y acompañar el proceso de inclusión social de estas mujeres".

Todas las participantes en el taller se han manifestado satisfechas con la experiencia. Tras finalizar la acción, aseguran que seguirán cosiendo en su casa y algunas de ellas incluso se están planteando la posibilidad de un negocio propio. En paralelo, han creado un grupo cohesionado fuera de las clases, a través del cual se ayudan mutuamente en su día a día.

Desde los Servicios Sociales municipales se mantendrá el seguimiento y acompañamiento de las mujeres participantes en el taller de costura y patronaje para ayudarles en el desarrollo de sus ideas. Después del verano, se iniciará una nueva edición del curso para la que ya hay lista de espera.