Rubí tendrá un Plan de Reactivación Socioeconómico post-pandemia
El consistorio ha elaborado un análisis del impacto de la COVID-19 sobre el tejido empresarial y la ocupación del municipio que se ha presentado este martes a los miembros de la Mesa por la Competitividad Industrial de Rubí (TCIR)
La ciudad tendrá un Plan de Reactivación Socioeconómico para dar respuesta a las consecuencias económicas y sociales de la crisis sanitaria de la COVID-19. El documento se trabaja en el marco de la Mesa de la Competitividad Industrial de Rubí (TCIR) con el apoyo del Servicio Público de Ocupación de Cataluña (SOC). En la primera fase de elaboración del Plan se ha analizado el impacto de la pandemia en el tejido empresarial y la ocupación de la ciudad. Esta diagnosis inicial que servirá de punto de partida para definir las acciones de reactivación se ha presentado este martes a los miembros de la TCIR en una sesión en línea.
“Hoy más que nunca, administración, empresa, conocimiento y entidades sociales debemos ir de la mano. Porque solo trabajando juntos seremos capaces de dar la respuesta ágil, eficaz y efectiva que la ciudadanía se merece” ha dicho la alcaldesa, Ana María Martínez Martínez, en el inicio de la reunión. La alcaldesa ha recordado que el consistorio adoptó medidas económicas, presupuestarias, fiscales, procedimentales y de intendencia general para hacer frente a la emergencia económica de la COVID-19, pero ha explicado que hace falta una planificación a largo plazo con capacidad para incidir y corregir la desaceleración económica. El objetivo de este plan es contribuir al mantenimiento del tejido productivo y económico para generar ocupación, ingresos y actividad económica. Y, de cara al futuro, trabajar por un modelo de desarrollo más sostenible y resiliente a las crisis. A partir de la diagnosis que se ha presentado este martes, los diferentes agentes de la TCIR trabajan conjuntamente los objetivos y las líneas de acción de los elementos más significativos para el desarrollo del territorio, especialmente los referentes a los ámbitos de promoción económica, ocupación y comercio. “La COVID nos ha cambiado. También ha cambiado nuestros hábitos de consumo y la actividad productiva y esto tiene consecuencias en las empresas, el comercio y la industria. Analizar qué transformaciones marcan el presente y el futuro más inmediato nos ha de permitir identificar las prioridades para recuperar el consumo, las inversiones, las exportaciones y el tejido empresarial que hemos perdido. Para todo esto nos hace falta, una vez más, la colaboración, la complicidad y la valentía de los agentes de la Mesa de la Competitividad Industrial”, ha concluido Martínez.
Los miembros de la TCIR están convocados a una sesión de trabajo presencial el próximo jueves para empezar el proceso de definición de las acciones del plan.
Este proyecto está subvencionado por el Servicio Público de Ocupación de Cataluña, financiado por el Servicio Público de Empleo Estatal y cofinanciado en un 50% por el FSE.
Principales conclusiones de la diagnosis
La crisis COVID-19 tiene un impacto especialmente grave sobre el tejido empresarial de Rubí: la ciudad ha perdido un 7,3% de sus empresas. Actualmente hay 1.967, la cifra más baja en un tercer trimestre desde 2013. El comercio y la hostelería son los sectores más afectados y suman el 30,6% de la pérdida de tejido empresarial de la ciudad. Si a estos dos sectores se añade la construcción, las actividades profesionales y científicas, la metalurgia y la fabricación de maquinaria, este porcentaje sube hasta el 60,7%.
Así, la diagnosis concluye que entre los meses de febrero y agosto de 2020 se destruyeron 974 puestos de trabajo (el 3,8% del total), de los cuales hasta el mes de noviembre de 2020 se habían recuperado un 49,3%. Actualmente, Rubí cuenta con un 1,3% menos de puestos de trabajo que hace un año, una cifra mejor que la que registra el conjunto de la economía catalana, donde la variación respecto a noviembre del 2019 es del -2,7%. El estudio determina que el mejor comportamiento de Rubí se debe a la mayor estabilidad del sector industrial ante el choque económico. En términos generales, la Industria, la hostelería y el comercio son los sectores más afectados por la crisis con pérdidas que llegan a los 449 puestos de trabajo. Por el contrario, los servicios a la producción han conseguido aumentar los puestos de trabajo, encabezados por las actividades administrativas y servicios auxiliares e inmobiliarias, junto con otros sectores como el de la educación o el de la industria química, que también han registrado incrementos de la ocupación.
En cuanto al paro, el incremento del 15,0% del paro en Rubí contrasta con el aumento del 24,2% en el resto de Catalunya o del 29,8% en Cornellà. Así, la diagnosis determina que Rubí es el municipio con una tendencia más clara a la recuperación de los niveles de paro previos a la pandemia. La emergencia sanitaria ha tenido una especial incidencia sobre los niveles de paro masculino que llegaron a crecer un 36,0% respecto al mes de febrero, el paro femenino lo hacía en un 22%. Esto no cambia el mayor paro estructural femenino entre las que registran tasas de paro más de cinco puntos superiores a las de los hombres. Por grupos de edad, ha sido la población más joven (20-29 años) la más afectada por la parada de la actividad económica. Cómo en el caso de las tasas de paro por sexo, la menor afectación de la crisis sobre la población de más de 55 años no mejora el carácter estructural y de larga duración de los niveles de paro de este colectivo, el cual sufre tasas de desocupación superiores al 20,0%.
Los informes completos se pueden consultar en: