El Ayuntamiento impulsa una campaña divulgativa para que la ciudadanía tenga claro dónde se debe tirar cada residuo
La iniciativa se centra en aquellos tipos de desechos más comunes que a menudo aparecen como impropios en contenedores que no les corresponde
El Servicio Educativo de Residuos del Ayuntamiento pone en marcha este mes de marzo una campaña para informar a la ciudadanía a qué fracción deben tirarse determinados residuos que, a menudo, aparecen como impropios en varios contenedores. Se trata de una iniciativa divulgativa que persigue mejorar la selección de los residuos que hacen los y las rubinenses y, de esta forma, conseguir una mejor gestión de la basura.
La campaña se centra en las cinco fracciones ─envases, papel y cartón, vidrio, orgánica y resto─ y presta especial atención a diversos tipos de residuos muy comunes pero que la ciudadanía no acaba de tener claro dónde deben tirarse.
Así, cada diseño muestra un ejemplo de residuo que, por sus características, puede crear confusiones a la ciudadanía a la hora de depositarlo en un contenedor u otro.
Por ejemplo, las bandejas de alimentos, las redes de la fruta, los tubos de dentífrico, la tapa de los yogures, el papel de aluminio y los briks de leche deben tirarse al contenedor de envases (amarillo).
Las cajas de pizza, las cajas de zapatos, las bandejas de pastelería y las cañitas de papel deben depositarse en el contenedor del papel-cartón (azul).
Los frascos de vidrio, los desodorantes de vidrio y los botes de vidrio de yogures deben ir a parar al contenedor del vidrio (verde).
En el contenedor de la orgánica (marrón) podemos tirar los pañuelos de papel usado, los pequeños restos de jardinería, los caparazones de huevo o de marisco, el papel de las magdalenas, los tapones de corcho o las bolsitas de infusiones.
En cambio, en el contenedor del resto (gris) debemos verter residuos como las toallitas húmedas, los chicles, las mascarillas, los guantes sanitarios o los vasos de vidrio que se rompan.