El Ayuntamiento trabaja para convertir una antigua nave industrial en el nuevo equipamiento juvenil de referencia
La voluntad del consistorio es incorporar al censo municipal de equipamientos el antiguo edificio de la Supersond, una vez se ha llegado a un acuerdo con el propietario
El Ayuntamiento está trabajando para transformar una nave industrial de la Plana del Castell en el nuevo centro de referencia para la juventud de Rubí. El edificio, con una superficie aproximada de 3.200 m2 repartidos en cuatro plantas, está ubicado en la calle Castell y es la antigua sede de la empresa de televisores Supersond.
"Ya hemos llegado a un acuerdo con los propietarios y, en estos momentos, el Ayuntamiento está estudiando la posibilidad de compra de este edificio", ha anunciado este lunes la alcaldesa, Ana María Martínez. La primera edil ha destacado la gran centralidad del inmueble, situado frente al Museo Municipal y muy cerca de otros equipamientos estratégicos como el Escardívol; así como las posibilidades que ofrece su espacio interior, amplio y muy diáfano.
La alcaldesa confía en que la incorporación de este edificio al censo municipal permitirá dar respuesta a las necesidades actuales de los chicos y chicas de Rubí: "La Torre Bassas se nos ha quedado pequeña ante la dimensión tan potente de la juventud en la ciudad [ ...]. Esto nos hace pensar que requerimos de un espacio mucho mejor para que los jóvenes puedan desarrollar sus aportaciones". Martínez también ha avanzado que la voluntad del consistorio es que estos mismos jóvenes se sientan implicados desde un primer momento en un proyecto que está llamado a poner solución a una de las principales demandas del colectivo. Por este motivo, la apertura de este nuevo equipamiento irá precedida de un proceso participativo que permitirá a la juventud de Rubí ayudar a definir sus usos concretos.
Para la alcaldesa, se trata de un proyecto de futuro estimulante con un fuerte componente emocional, vinculado a la historia de la antigua Supersond y a la tradición industrial de Rubí: "Poder albergar un equipamiento municipal en un continente vinculado a una industria por la que, además, pasaron muchos rubinenses, me hace entre ilusión y emoción porque me recuerda nuestro pasado y presente como ciudad".
El Ayuntamiento y el propietario de la nave han acordado un precio de compra de 1,2 millones de euros.