La alcaldesa, con los concejales de Proyección de la Ciudad y de Deportes y los representantes del CEF Can Mir (foto: Ayuntamiento de Rubí - Localpres)

El Ayuntamiento y el CEF Can Mir se alían para facilitar la integración de los jóvenes migrantes a través del fútbol

Rubí ha recibido una subvención dentro del programa Erasmus Plus de la Unión Europea para desarrollar el proyecto BRACE, con la participación de varios socios internacionales

El Ayuntamiento de Rubí y el Club Escola Fútbol Can Mir han empezado a trabajar conjuntamente con otros tres socios internacionales para facilitar la integración social de jóvenes migrantes a través del proyecto BRACE, subvencionado por el programa Erasmus Plus de la Unión Europea. La iniciativa apuesta por convertir el fútbol en un instrumento de inclusión, capaz de romper aquellas primeras barreras sociales que sufren los jóvenes provenientes de otros países. “Estamos hablando de personas que, por razones diversas, necesitan el acompañamiento de entidades y administraciones para su integración. El deporte no resuelve problemas por sí solo pero sí que, combinado con otras medidas, puede facilitar la integración”, ha explicado la alcaldesa, Ana María Martínez Martínez.

Rubí impulsa este proyecto desde su condición de ciudad diversa y acogedora, que reivindica el valor de la diferencia y que entiende las políticas sociales desde una perspectiva transversal, impregnando de ellas otros muchos ámbitos de la gestión municipal.

El proyecto BRACE está liderado por el Ayuntamiento de Rubí y tiene como socios al CEF Can Mir, la Associazione Sportiva Bresso 4 de Italia, el club KCS Machelen de Bélgica y el Instituto Superior de Gestao de Portugal. En esta iniciativa, todas las organizaciones implicadas dispondrán de un espacio para compartir sus experiencias trabajando con inmigrantes, y especialmente con jóvenes no acompañados y refugiados, a través del fútbol. La idea es poder intercambiar conocimientos y metodologías que les permitan mejorar los proyectos que ya tienen activos y hacerlos replicables en otros municipios.

El BRACE se desarrollará durante todo un año e incluirá diversas actividades: una reunión transnacional en Bruselas (Bélgica), que servirá para analizar la situación actual de las personas migrantes, refugiadas y menores no acompañadas en la Unión Europea; un encuentro en Bresso (Italia), en el que se dará a conocer la experiencia de la Associazione Sportiva Bresso 4 y se debatirá sobre nuevas formas de conseguir la inclusión social de las personas vulnerables a través del fútbol; una reunión en Lisboa (Portugal), donde el Instituto Superior de Gestao ofrecerá un seminario sobre cómo romper la barrera económica que sufren las personas inmigrantes y refugiadas; y un último encuentro en Rubí, que incluirá jornadas de sensibilización en centros educativos, un taller sobre cómo replicar el proyecto, y un intercambio cultural entre jugadores, entrenadores y representantes de las organizaciones colaboradoras, entre otros.

En paralelo a estas reuniones, se trabajará en la elaboración de un documento de buenas prácticas, que recogerá las experiencias de los socios pero también consejos y sugerencias sobre cómo replicar estas acciones y cómo promover la inclusión social de los inmigrantes a través del fútbol.

   

El CEF Can Mir, un gran activo

El club de fútbol rubinense es uno de los pilares esenciales del proyecto gracias a su experiencia con jóvenes migrantes. Desde 2019, el Can Mir desarrolla una iniciativa propia de inclusión social con 23 menores no acompañados y, anteriormente, ya había puesto en marcha otro proyecto de actividades dirigidas a familias de refugiados. Entre sus equipos, existe un grupo juvenil integrado por chicos de diferentes ciudades y menores no acompañados que viven en la comarca. Para la alcaldesa, "es una gran satisfacción compartir este proyecto con una entidad que, no solo trabaja de manera ejemplar en este ámbito, sino también en la inclusión de las personas con capacidades diversas".

El presidente del CEF Can Mir, Jordi Peiró Simón, se ha mostrado ilusionado con la puesta en marcha de una nueva iniciativa que, a través del deporte, puede ayudar a los jóvenes migrantes en su proceso de inclusión, “a socializar, a incorporar valores cívicos que tenemos en nuestra sociedad, a mejorar el idioma... Este proyecto no les da solo la oportunidad de jugar al fútbol sino que también les da la oportunidad de sentirse acogidos, queridos y que puedan tener herramientas para una integración más efectiva”.

Aunque la participación en el proyecto BRACE es un gran reto organizativo, el CEF Can Mir lo ha abordado con muchas ganas. Según Peiró, "no solo es un gran experiencia sino un reconocimiento intrínseco al trabajo que hemos hecho durante todos estos años".

Desde la entidad esperan que las diferentes actividades contempladas en el proyecto se puedan llevar a cabo con normalidad, sin trabas normativas que afecten a la movilidad de los jóvenes participantes.