El Ayuntamiento y la asociación RUCA ejecutarán trabajos forestales de prevención de incendios en una superficie de 17,29 hectáreas
El objetivo de la actuación es reducir la masa combustible, seleccionar los árboles más vitales y romper la continuidad vertical y horizontal del combustible
El Ayuntamiento de Rubí colabora en el proyecto de gestión forestal estratégica para la prevención de incendios que desarrollan la Asociación de propietarios agro-forestales de Castellbisbal, Rubí, Abrera y Ullastrell (RUCA), los 4 ayuntamientos del ámbito de la asociación y la Diputación de Barcelona.
Este proyecto tiene como objetivo gestionar los bosques que personas expertas en incendios forestales han identificado como estratégicos para la defensa de la población en caso de incendio y permitir el ataque de un fuego por los medios de extinción.
Entre noviembre y enero se prevé ejecutar trabajos forestales de prevención de incendios en las fincas Fonollet, Tapís y Ramoneda en una superficie de 17,29 hectáreas. Estas fincas están consideradas como área de gestión prioritaria de interfaz urbano-forestal, ya que se encuentran contiguas a zonas urbanizadas del municipio.
El objetivo de la actuación es reducir el combustible en pie, seleccionar los árboles más vitales y romper la continuidad vertical y horizontal del combustible, dejando una masa resistente a las perturbaciones naturales (incendios, cambio climático...). Para conseguirlo, se realizará un aclareo de mejora del pinar, una selección de rebrotes de roble y encina y un desbroce selectivo del matorral.
Parte de los productos de la tala se dejarán en el suelo del bosque para que se acaben integrando, minimizando la erosión y permitiendo que el ecosistema recupere la materia orgánica.
Mediante la eliminación de parte de los pinos presentes se conseguirá disminuir la competencia para los recursos hídricos entre los árboles que quedan vivos en estas fincas. Esto les ayudará a resistir mejor el estrés hídrico que está imponiendo el endurecimiento de las condiciones climáticas fruto del cambio climático. Con la eliminación de parte del matorral y los pinos dominados o mal formados se consigue romper el combustible de escalera, con la intención de que si alguna vez se produce un incendio, éste sólo arda por la superficie del bosque y no ardan también las copas, teniendo así más posibilidades de supervivencia de los pinos y haciendo más viable una posible extinción.
Estas actuaciones se prevé que finalicen antes de enero de 2025.
