Profesionales de diferentes ámbitos abordan la prevención del suicidio en una jornada organizada por el Ayuntamiento
En el marco del encuentro, se ha presentado la “Guía para la prevención del suicidio en Rubí”, editada por el Consistorio con el objetivo de orientar sobre los factores de riesgo y protección de la conducta suicida
Más de sesenta personas han asistido este jueves a la Jornada profesional de prevención del suicidio en personas adolescentes y jóvenes organizada por el Ayuntamiento de Rubí. El encuentro ha reunido en el Museo Municipal Castell (MMUC) a varios expertos en conducta suicida y autolesiones, con el objetivo de ofrecer una visión amplia sobre este problema y sobre los factores que pueden ayudar a evitarlo.
En la apertura de la jornada, la concejala de Salud Pública, Marta Oliva Martín, ha compartido la voluntad del Consistorio de ocuparse de la salud de forma global, atendiendo a la salud física pero también la emocional, tal y como refleja el Plan local de salud 2022-2027. Sobre el suicidio, ha defendido la necesidad de hablar de él de forma abierta: “Encara existe un gran desconocimiento, y muchos tabúes, en torno a este tema. [...] Siempre hemos tendido a pensar que lo que no se nombre no existe pero la realidad es que, sólo si hablamos de ello sin miedo, podremos empezar a frenar el problema”.
La parte central de la jornada ha sido la ponencia de Carles Alastuey Segarra, vicepresidente de la entidad Després del Suïcidi-Associació de Supervivents (DSAS) y autor de la Guía para la prevención del suicidio en Rubí junto con Cecilia Borràs Murcia, presidenta de la misma entidad. El psicopedagogo ha alertado sobre la gravedad de este problema de salud comunitaria y, concretamente, sobre el incremento de tentativas entre el colectivo joven, especialmente las chicas. Ante esta situación, la guía editada por el Ayuntamiento intenta “hacer accesible un conocimiento que todos percibimos como poco accesible, con una gran voluntad pedagógica, para que todo el mundo entienda que todos somos agentes de prevención. No hace falta ser un especialista en salud mental, no se necesita ser un profesional de la psiquiatría ni de la psicología para poder realizar una primera intervención de prevención en las personas que tenemos cerca”.
Aparte de presentar los contenidos de la Guía para la prevención del suicidio en Rubí, Carles Alestuey Segarra ha defendido en su intervención la necesidad de romper el silencio en torno al suicidio. Según ha argumentado, el incremento de su incidencia demuestra que esconderlo no funciona y que lo que hace falta es hablar de ello pedagógicamente, entendiendo que es un problema que puede afectar a todo el mundo.
La jornada ha contado también con las intervenciones de Francisco Villar Cabeza, psicólogo experto en conducta suicida del adolescente, que ha hecho una aproximación general al tema; de Silvia Grau González y Marina Torrents Lluch, del Centro de Salud Mental Infantojuvenil (CSMIJ) de Rubí-Castellbisbal, que han hablado sobre las autolesiones no suicidas; y de Sonia Chavero Bellido, jefa de la Sección de Información y Análisis en Salud Pública de la Diputación de Barcelona, que ha expuesto los datos sobre este tema.
Las diferentes ponencias han permitido reflexionar sobre el propio fenómeno de la conducta suicida, desde su controvertida definición ─hasta hace poco, se consideraba únicamente un síntoma─ hasta su prevalencia. También han aportado información útil sobre los factores de riesgo y de protección, así como recursos para dar respuesta a situaciones de intento de suicidio o autolesión no suicida. Entre los muchos datos que se han puesto sobre la mesa, se encuentran las 200 tentativas de suicidio por cada muerte entre menores de edad o el gran impacto que tienen las redes sociales a la hora de contagiar este tipo de conductas. En el caso concreto de las autolesiones no suicidas, este jueves se ha alertado de que uno de sus picos de incidencia se produce entre chicos y chicas de entre 11 y 12 años, que son prácticas normalmente de larga duración y que pueden incrementar hasta tres veces la posibilidad de un intento suicida.