Seis escuelas de Rubí combaten el desperdicio alimentario a través del proyecto Recooperem
La iniciativa permite proporcionar comidas cocinadas en comedores escolares a familias que se encuentran en situación de vulnerabilidad
El proyecto de aprovechamiento alimentario Recooperem se ha reanudado este curso con la participación de seis escuelas de la ciudad: Torre de la Llebre, Montessori, Vint-i-cinc de Setembre, Mossèn Cinto Verdaguer, Nostra Senyora de Montserrat y, como novedad, Rivo Rubeo. Se trata de una iniciativa que impulsaron en un primer momento el Consejo Comarcal y el Consorcio para la Gestión de Residuos del Vallès Occidental, y que actualmente gestionan y coordinan los Servicios Sociales del Ayuntamiento con la implicación de los propios centros educativos, la empresa de catering Campos Estela y a la entidad solidaria Frater-Nadal.
El Recooperem tiene dos vertientes: la social y la ambiental. A través de este proyecto, se da cobertura a familias que se encuentran en situación de vulnerabilidad ─ya sea por dependencia o por su situación económica─, que gracias a él pueden disponer de comidas cocinadas en las escuelas y con las máximas garantías sanitarias. Asimismo, se evita la generación de residuos y el desperdicio alimentario.
La concejala de Servicios Sociales, Yolanda Ferrer Polo, ha destacado el interés de la iniciativa: "Toca dos temas muy importantes y lo hace, además, en el ámbito de la escuela. Nos parece muy importante que los niños, desde pequeños, tomen conciencia de la necesidad de no malgastar los alimentos y, sobre todo, que vean qué significa hacerlo tanto a nivel social como en relación al medio ambiente".
Cómo funciona el Recooperem
Una vez terminado el servicio diario del comedor de la escuela, el alimento disponible que todavía es apto para el consumo se prepara como comidas completas en unos tuppers facilitados por el Ayuntamiento. El alimento cocinado que no ha sido servido, y que se ha mantenido en condiciones higiénicas y sanitarias adecuadas, se reparte en recipientes que se etiquetan con información relevante ─alimento, cantidad y fecha de congelación─ y se congelan a -18ºC.
Una entidad social, en este caso Frater-Nadal, recoge las comidas y las reparte entre las familias que cumplen determinados requisitos, como por ejemplo gente mayor dependiente o familias en situación de pobreza energética o con niños a su cargo. En el caso de Rubí, la distribución se hace entre personas derivadas de los Servicios Sociales municipales.
Con estas comidas se garantiza que las Despensas Solidarias y las entidades puedan contar también con alimentos cocinados, que completan la oferta de alimentos básicos que se recogen habitualmente a través de los recaudos, mejorando el aporte nutricional y evitando el desperdicio alimentario.
En Rubí, el proyecto se inició el curso 2017-2018 en un total de cinco escuelas, con el resultado de 780 kilos de alimentos aprovechados y, por tanto, el ahorro de 780 kilos de residuos. 152 familias derivadas de Servicios Sociales se pudieron beneficiar de estas comidas.
El curso pasado, el Recooperem se tuvo que interrumpir por dificultades logísticas relacionadas con la recogida de las comidas. Una vez solucionadas, la situación generada por la Covid-19 obligó a los centros educativos a cerrar y el proyecto no se pudo reanudar.
Actualmente participan en él seis escuelas pero otros centros de la ciudad ya están en conversaciones para sumarse.