Carme García felicita a Josefa Álvarez por sus cien años de vida
La homenajeada, que actualmente vive en la residencia El Cel de Rubí, ha celebrado su aniversario acompañada de su familia.
La alcaldesa en funciones de Rubí, Carme García, ha visitado la rubinense Josefa Álvarez Pardo con motivo de su 100 aniversario. Durante el encuentro, que ha tenido lugar en la residencia El Cel de Rubí, García ha conversado un rato con la homenajeada y le ha entregado un regalo institucional.
Josefa Álvarez, que nació el 5 de junio de 1911 en Villamane (Lugo), llegó a Cataluña una vez finalizada la Guerra Civil. Con su marido vivían en Barcelona y, en 1963, se compraron un terreno en Rubí, donde construyeron una casa para veranear en ella. En febrero de 1974, Álvarez se quedó viuda y, cuatro años más tarde, se instaló definitivamente en Rubí con su hijo, su nuera y su nieta.
De carácter alegre, quienes la conocen destacan que siempre tiene una palabra bonita para ofrecer a todo el mundo. Y, a pesar de que la sordera ha hecho acto de presencia, es una gran conversadora. Desde octubre de 2010 vive en la residencia El Cel de Rubí.
En el transcurso del acto de homenaje por sus cien años de vida, Josefa Álvarez ha recibido varios obsequios. Uno de los regalos que más ilusión le ha hecho ha sido la actuación de la Irmandade Galega de Rubí. Paralelamente, un técnico de la Oficina de Gent Gran Activa del Departament d’Acció Social i Ciutadania de la Generalitat le ha entregado la medalla centenaria y le ha trasladado unas palabras de felicitación de parte del conseller Josep Lluís Cleries.
El acto de homenaje ha finalizado con una merienda, que Josefa Álvarez ha compartido con sus familiares y con el resto de usuarios y profesionales de la residencia.
Josefa Álvarez, que nació el 5 de junio de 1911 en Villamane (Lugo), llegó a Cataluña una vez finalizada la Guerra Civil. Con su marido vivían en Barcelona y, en 1963, se compraron un terreno en Rubí, donde construyeron una casa para veranear en ella. En febrero de 1974, Álvarez se quedó viuda y, cuatro años más tarde, se instaló definitivamente en Rubí con su hijo, su nuera y su nieta.
De carácter alegre, quienes la conocen destacan que siempre tiene una palabra bonita para ofrecer a todo el mundo. Y, a pesar de que la sordera ha hecho acto de presencia, es una gran conversadora. Desde octubre de 2010 vive en la residencia El Cel de Rubí.
En el transcurso del acto de homenaje por sus cien años de vida, Josefa Álvarez ha recibido varios obsequios. Uno de los regalos que más ilusión le ha hecho ha sido la actuación de la Irmandade Galega de Rubí. Paralelamente, un técnico de la Oficina de Gent Gran Activa del Departament d’Acció Social i Ciutadania de la Generalitat le ha entregado la medalla centenaria y le ha trasladado unas palabras de felicitación de parte del conseller Josep Lluís Cleries.
El acto de homenaje ha finalizado con una merienda, que Josefa Álvarez ha compartido con sus familiares y con el resto de usuarios y profesionales de la residencia.