Cientos de rubinenses celebran el 32 aniversario del mítico elefante azul
El pasado viernes 25 de junio, la plaza del Dr. Pearson se llenó de fiesta para celebrar el 32 aniversario de un monumento urbano que se ha convertido en mucho más.
Aproximadamente unas 400 personas disfrutaron de la celebración, organizada alrededor del elefante por el Ámbito de Identidad y Proyección Exterior del Ayuntamiento y La Botiga de Rubí - Oficina de Turisme, que contó con animación para los más pequeños, malabares, clown ..., y una merienda tradicional con pan y chocolate y zumos de fruta. Los niños también pudieron disfrutar de un taller de plastilina, donde podían reproducir su propia figurita de Bòdum para disfrutar de un recuerdo del evento. Esta actividad contó con la colaboración de la empresa ubicada en Rubí JOVI, SA, que cedió el material para llevarla a cabo. Finalmente, la fiesta concluyó con el tradicional 'Por muchos años', que todos los participantes de la fiesta quisieron dedicarle al protagonista del evento.
La figura de Bòdum fue inaugurada el 25 de junio de 1978. Nació de la imaginación del ilustrador Cesc Mateu y del siempre imaginativo y participativo artista local, Pep Borràs que concibió en tres dimensiones su dibujo. Entonces un grupo de amigos, el Colectivo Bòdum, estuvieron trabajando durante meses en un garaje para hacerlo realidad. Y, después de que el director de la escuela de arte del momento, Jordi Pujol, diera su aprobación respecto de la calidad de la escultura, se instaló inicialmente en el centro de la plaza, bien rodeado por la coordinadora de grupos de recreo, los gigantes de la mesa de jóvenes y el grupo de animación de marionetas Naip que le acompañaron desde el Ayuntamiento a su ubicación.
Inicialmente, fue de color gris, y a pesar de las diferentes inocentadas y cambios de color, hace ya bastante tiempo que adquirió su color azul. Pesa aproximadamente dos toneladas y está hecho de una estructura de varillas de hierro y cemento. Tiene una altura 2.40 metros, una longitud de 2,50 metros y una anchura de 2,80 metros.
Con el paso de los años, Bòdum, se ha convertido en una referencia fundamental de la identidad rubinense así como en un espectador de la historia de nuestra ciudad. 'Quedamos en la plaza del elefante' o 'nos encontramos al lado del elefante' son frases que muchos rubinenses de diferentes generaciones han utilizado y seguirán utilizando.
La figura de Bòdum fue inaugurada el 25 de junio de 1978. Nació de la imaginación del ilustrador Cesc Mateu y del siempre imaginativo y participativo artista local, Pep Borràs que concibió en tres dimensiones su dibujo. Entonces un grupo de amigos, el Colectivo Bòdum, estuvieron trabajando durante meses en un garaje para hacerlo realidad. Y, después de que el director de la escuela de arte del momento, Jordi Pujol, diera su aprobación respecto de la calidad de la escultura, se instaló inicialmente en el centro de la plaza, bien rodeado por la coordinadora de grupos de recreo, los gigantes de la mesa de jóvenes y el grupo de animación de marionetas Naip que le acompañaron desde el Ayuntamiento a su ubicación.
Inicialmente, fue de color gris, y a pesar de las diferentes inocentadas y cambios de color, hace ya bastante tiempo que adquirió su color azul. Pesa aproximadamente dos toneladas y está hecho de una estructura de varillas de hierro y cemento. Tiene una altura 2.40 metros, una longitud de 2,50 metros y una anchura de 2,80 metros.
Con el paso de los años, Bòdum, se ha convertido en una referencia fundamental de la identidad rubinense así como en un espectador de la historia de nuestra ciudad. 'Quedamos en la plaza del elefante' o 'nos encontramos al lado del elefante' son frases que muchos rubinenses de diferentes generaciones han utilizado y seguirán utilizando.