El Ayuntamiento de Rubí aprueba el convenio urbanístico de FICOSA, fruto de las demandas de la plantilla
La recalificación de los terrenos que actualmente ocupa la empresa, el sector de Can Pujol, asegura la continuidad del grupo en Rubí.
El pleno del Ayuntamiento de Rubí ha aprobado de nuevo el convenio urbanístico que garantiza la continuidad de la actividad del grupo Ficosa en Rubí y el mantenimiento de más de 300 puestos de trabajo. En este sentido, se contempla el traslado de Fico Transpar y Fico Triad a otra finca de uso industrial de la ciudad y la incorporación de la delimitación del nuevo sector de Can Pujol como espacio de suelo urbanizable de uso residencial en el Plan de Ordenación Urbanística Municipal (POUM), actualmente en trámite.
La alcaldesa, Carme García Lores, ha recordado que 'la aprobación de este convenio no desvirtúa el modelo urbanístico de Rubí previsto en el POUM' y ha añadido que, aunque actualmente 'no está de moda aprobar convenios urbanísticos, Rubí ha hecho una apuesta decidida para garantizar la continuidad de estos más de 300 puestos de trabajo en la ciudad'. Por su parte, el concejal Martí Pujol también se ha mostrado 'satisfecho de haber aprobado este convenio, que hará que Ficosa se quede en el término municipal de Rubí y que buena parte de su plantilla, la mayoría rubinenses, mantengan sus puestos de trabajo'.
En nombre de los trabajadores, el presidente del comité de empresa de Fico Triad, José Ángel Luque, ha agradecido 'el apoyo que les han mostrado todos los partidos políticos de la ciudad, incluso aquellos que no han aprobado el convenio urbanístico'. Ahora bien, Luque ha asegurado no entender la posición de aquellas formaciones que no han dado luz verde a la recalificación de los terrenos ya que, a su entender, es una medida positiva para la ciudad.
El convenio urbanístico aprobado en el pleno del pasado jueves presenta unas modificaciones respecto al que se trabajó anteriormente, fruto de las recomendaciones hechas por la Comisión de Urbanismo de Barcelona. Recordemos que el pleno extraordinario del 5 de noviembre de 2009 ya había aprobado, con el voto favorable del equipo de gobierno (PSC y ERC) y de dos de los cuatro grupos de la oposición (CiU y PP) un convenio anterior. El nuevo texto, en consonancia con el modelo de POUM que se está trabajando, ordenará de manera sostenible la transformación de la zona de Can Pujol de industrial en residencial.
El convenio prevé unas cargas urbanísticas por valor de 5,4 millones de euros (que se imputarán sobre todos los propietarios del sector), que se concretarán en la construcción de un puente que complementará el paso de Can Xercavins, una rotonda en Sant Jordi Park y un nuevo vial en la avenida de Castellbisbal. Este dinero tendrá que revertir en estas 3 obras para el municipio, en vez de en dinero líquido, como preveía el anterior convenio. El importe de la contraprestación también se ha visto modificado, ya que en el anterior convenio sólo se preveían unos 4,5 millones de euros para la financiación de futuros equipamientos en la ciudad. El nuevo convenio, además, incorpora un aval hipotecario de 4,7 millones de euros por parte de FICOSA para garantizar la operación mientras no se ejecuten las obras pactadas.
En cuanto a los usos del nuevo sector residencial de Can Pujol, el 65% de las 20 hectáreas de la nueva zona residencial se destinará a zonas verdes (6,2 ha), infraestructuras viarias (4,2) y equipamientos (2,6), mientras que el 35% restante se destinará a la construcción de un máximo de 1.378 viviendas, de los cuales un máximo de 706 serán de renta libre y hasta un mínimo de 672 serán de protección pública, lo que representa un 48,7 % del total.
Una demanda de los trabajadores
El Ayuntamiento de Rubí ha impulsado la redacción de este convenio urbanístico a instancias de la demanda de los trabajadores para dar cobertura al acuerdo entre la dirección de Ficosa y la plantilla, que garantiza la continuidad de los más de 320 trabajadores que tiene la empresa en Rubí.
La propuesta del POUM contemplaba inicialmente la transformación de la zona de Can Pujol en residencial atendiendo a los criterios que el nuevo planeamiento prevé para zonas industriales que han quedado rodeadas por trama urbana como consecuencia de un crecimiento urbanístico inadecuado.
El documento que finalmente llegó al Pleno el 20 de mayo de 2008 y que se aprobó con el voto favorable de la mayoría de los grupos municipales, a excepción de ICV-EUIA y ARC, no incluyó este cambio de uso de los terrenos por petición expresa de los trabajadores de FICOSA, que consideraron la medida como un elemento que podía favorecer la marcha de la empresa del municipio y la pérdida de sus puestos de trabajo.
La dirección de FICOSA manifestó dificultades para garantizar la permanencia de la empresa en Rubí si se impedía finalmente el uso residencial en Can Pujol. De nuevo, esta situación llevó a los trabajadores de las plantas de Rubí a trasladar al consistorio la preocupación por su futuro laboral. Fue entonces cuando la alcaldesa, Carme García, acompañada de representantes de todas las formaciones políticas municipales, mantuvo un encuentro con las dos partes: dirección y comité de empresa. Durante la reunión, el consistorio invitó a negociar para encontrar una solución beneficiosa para ambas partes, dejando claro que el Ayuntamiento no aprobaría ningún cambio de usos de los terrenos si los trabajadores de FICOSA no lo pedían.
El pasado 22 de junio de 2009, los representantes de la empresa y los trabajadores firmaban un acuerdo por el que FICOSA se compromete, por un lado, a que Rubí sea la sede de la nueva planta de la firma una vez se haga el traslado de las dos fábricas actuales, y por otro, a mantener un mínimo de 310 puestos de trabajo durante los próximos 5 años y a reducir el excedente de plantilla actual de 50 trabajadores con prejubilaciones y bajas y recolocaciones voluntarias.
La alcaldesa, Carme García Lores, ha recordado que 'la aprobación de este convenio no desvirtúa el modelo urbanístico de Rubí previsto en el POUM' y ha añadido que, aunque actualmente 'no está de moda aprobar convenios urbanísticos, Rubí ha hecho una apuesta decidida para garantizar la continuidad de estos más de 300 puestos de trabajo en la ciudad'. Por su parte, el concejal Martí Pujol también se ha mostrado 'satisfecho de haber aprobado este convenio, que hará que Ficosa se quede en el término municipal de Rubí y que buena parte de su plantilla, la mayoría rubinenses, mantengan sus puestos de trabajo'.
En nombre de los trabajadores, el presidente del comité de empresa de Fico Triad, José Ángel Luque, ha agradecido 'el apoyo que les han mostrado todos los partidos políticos de la ciudad, incluso aquellos que no han aprobado el convenio urbanístico'. Ahora bien, Luque ha asegurado no entender la posición de aquellas formaciones que no han dado luz verde a la recalificación de los terrenos ya que, a su entender, es una medida positiva para la ciudad.
El convenio urbanístico aprobado en el pleno del pasado jueves presenta unas modificaciones respecto al que se trabajó anteriormente, fruto de las recomendaciones hechas por la Comisión de Urbanismo de Barcelona. Recordemos que el pleno extraordinario del 5 de noviembre de 2009 ya había aprobado, con el voto favorable del equipo de gobierno (PSC y ERC) y de dos de los cuatro grupos de la oposición (CiU y PP) un convenio anterior. El nuevo texto, en consonancia con el modelo de POUM que se está trabajando, ordenará de manera sostenible la transformación de la zona de Can Pujol de industrial en residencial.
El convenio prevé unas cargas urbanísticas por valor de 5,4 millones de euros (que se imputarán sobre todos los propietarios del sector), que se concretarán en la construcción de un puente que complementará el paso de Can Xercavins, una rotonda en Sant Jordi Park y un nuevo vial en la avenida de Castellbisbal. Este dinero tendrá que revertir en estas 3 obras para el municipio, en vez de en dinero líquido, como preveía el anterior convenio. El importe de la contraprestación también se ha visto modificado, ya que en el anterior convenio sólo se preveían unos 4,5 millones de euros para la financiación de futuros equipamientos en la ciudad. El nuevo convenio, además, incorpora un aval hipotecario de 4,7 millones de euros por parte de FICOSA para garantizar la operación mientras no se ejecuten las obras pactadas.
En cuanto a los usos del nuevo sector residencial de Can Pujol, el 65% de las 20 hectáreas de la nueva zona residencial se destinará a zonas verdes (6,2 ha), infraestructuras viarias (4,2) y equipamientos (2,6), mientras que el 35% restante se destinará a la construcción de un máximo de 1.378 viviendas, de los cuales un máximo de 706 serán de renta libre y hasta un mínimo de 672 serán de protección pública, lo que representa un 48,7 % del total.
Una demanda de los trabajadores
El Ayuntamiento de Rubí ha impulsado la redacción de este convenio urbanístico a instancias de la demanda de los trabajadores para dar cobertura al acuerdo entre la dirección de Ficosa y la plantilla, que garantiza la continuidad de los más de 320 trabajadores que tiene la empresa en Rubí.
La propuesta del POUM contemplaba inicialmente la transformación de la zona de Can Pujol en residencial atendiendo a los criterios que el nuevo planeamiento prevé para zonas industriales que han quedado rodeadas por trama urbana como consecuencia de un crecimiento urbanístico inadecuado.
El documento que finalmente llegó al Pleno el 20 de mayo de 2008 y que se aprobó con el voto favorable de la mayoría de los grupos municipales, a excepción de ICV-EUIA y ARC, no incluyó este cambio de uso de los terrenos por petición expresa de los trabajadores de FICOSA, que consideraron la medida como un elemento que podía favorecer la marcha de la empresa del municipio y la pérdida de sus puestos de trabajo.
La dirección de FICOSA manifestó dificultades para garantizar la permanencia de la empresa en Rubí si se impedía finalmente el uso residencial en Can Pujol. De nuevo, esta situación llevó a los trabajadores de las plantas de Rubí a trasladar al consistorio la preocupación por su futuro laboral. Fue entonces cuando la alcaldesa, Carme García, acompañada de representantes de todas las formaciones políticas municipales, mantuvo un encuentro con las dos partes: dirección y comité de empresa. Durante la reunión, el consistorio invitó a negociar para encontrar una solución beneficiosa para ambas partes, dejando claro que el Ayuntamiento no aprobaría ningún cambio de usos de los terrenos si los trabajadores de FICOSA no lo pedían.
El pasado 22 de junio de 2009, los representantes de la empresa y los trabajadores firmaban un acuerdo por el que FICOSA se compromete, por un lado, a que Rubí sea la sede de la nueva planta de la firma una vez se haga el traslado de las dos fábricas actuales, y por otro, a mantener un mínimo de 310 puestos de trabajo durante los próximos 5 años y a reducir el excedente de plantilla actual de 50 trabajadores con prejubilaciones y bajas y recolocaciones voluntarias.