Los pisos de nueva construcción y los que se reformen de forma integral deberán incorporar medidas de ahorro de agua
El pleno del Ayuntamiento de Rubí ha aprobado definitivamente y por unanimidad la ordenanza de ahorro de agua que incorpora aportaciones de los grupos de la oposición.
El objetivo de la nueva ordenanza es fomentar el ahorro eficiente de agua y reutilizarla en función del uso a que se destine. Así, a modo de ejemplo, fomenta el uso de agua no potable obtenida de la lluvia para la limpieza de terrazas y espacios exteriores, en vez de utilizar agua potable.
El texto, aprobado definitivamente el pasado jueves por el Pleno, incorpora mejoras aportadas por los grupos de la oposición, hasta un total de 4 propuestas asumidas al 100% y 14 más integradas de forma parcial. El total de propuestas y alegaciones presentadas por los grupos de la oposición ha sido de 29.
Entre las mejoras incorporadas se encuentra la utilización de agua potable para el riego de jardines que se limitará a un máximo de 1.600 m3/ha/año, la prohibición de la colocación de sistemas de refrigeración de circuito abierto de agua en edificios públicos y privados o destinar un porcentaje del presupuesto municipal en campañas para fomentar un uso más racional del agua, a instancia de ICV-EUiA.
Asimismo, la nueva ordenanza establece que el Ayuntamiento promoverá, ya sea mediante un Plan de aprovechamiento de aguas freáticas o a través de actuaciones puntuales, el uso de aguas subterráneas para utilizarlas principalmente en la limpieza viaria o en el riego de parques y jardines, a instancias de Convergència i Unió.
La nueva ordenanza
Uno de los sistemas más innovadores que se incluyen en el documento es el de aprovechamiento de las aguas grises (de ducha y bañera) que sólo deberá instalarse en edificios residenciales de más de 16 viviendas y otras edificaciones donde se prevea un consumo anual de más de 400 m3 de este tipo de agua. Con este sistema, las aguas grises serán recogidas y conducidas hasta una depuradora, donde se tratarán. Posteriormente se devolverán a la vivienda para usarlas en las cisternas de los inodoros.
Los edificios, tanto de carácter público como privado, que incluyan el mantenimiento de espacios no pavimentados de más de 250 m2 que deban ser regados deberán disponer de un sistema de aprovechamiento del agua de lluvia para el riego mediante un sistema formado por captadores, canalizaciones y depósitos de almacenamiento. Un sistema parecido al que se puso en marcha el año pasado en el parque de limpieza, con la instalación de un sistema de recogida de aguas pluviales para lavar los vehículos que llevan a cabo la limpieza viaria en la ciudad.
La nueva ordenanza también recoge aspectos de ahorro de agua en jardines. Por un lado, recomienda el tipo de especies de plantas más adecuadas y que necesitan menos consumo de agua para su subsistencia. En este sentido, el Ayuntamiento está llevando a cabo toda la ciudad una sustitución progresiva de este tipo de plantas por otras especies que necesitan menos agua, como medida de ahorro en el riego. La ordenanza también limita el espacio o superficie de los jardines privados que se puede destinar al césped no adaptado al clima mediterráneo. Así, sólo se puede reservar a este tipo de césped un espacio que represente el 20% del total de la superficie del jardín.
Todas aquellas viviendas con piscinas de más de 30 m2 deberán utilizar un sistema de agua sobrante de las piscinas, es decir, aprovechar los excedentes que resulten de las limpiezas para regar (si se elimina el cloro) o para la limpieza de exteriores como terrazas y escaleras (si no se elimina).
Según recoge la ordenanza, las nuevas edificaciones o las que sufran una reforma integral deberán disponer de diferentes dispositivos como reguladores de presión, que se instalarán en las entradas de agua para limitarla y al mismo tiempo adecuar su consumo; aireadores en todos los grifos y duchas para reducir el caudal de agua, y cisternas de inodoros de doble descarga o bien con un volumen de descarga de 6 litros como máximo.
El texto, aprobado definitivamente el pasado jueves por el Pleno, incorpora mejoras aportadas por los grupos de la oposición, hasta un total de 4 propuestas asumidas al 100% y 14 más integradas de forma parcial. El total de propuestas y alegaciones presentadas por los grupos de la oposición ha sido de 29.
Entre las mejoras incorporadas se encuentra la utilización de agua potable para el riego de jardines que se limitará a un máximo de 1.600 m3/ha/año, la prohibición de la colocación de sistemas de refrigeración de circuito abierto de agua en edificios públicos y privados o destinar un porcentaje del presupuesto municipal en campañas para fomentar un uso más racional del agua, a instancia de ICV-EUiA.
Asimismo, la nueva ordenanza establece que el Ayuntamiento promoverá, ya sea mediante un Plan de aprovechamiento de aguas freáticas o a través de actuaciones puntuales, el uso de aguas subterráneas para utilizarlas principalmente en la limpieza viaria o en el riego de parques y jardines, a instancias de Convergència i Unió.
La nueva ordenanza
Uno de los sistemas más innovadores que se incluyen en el documento es el de aprovechamiento de las aguas grises (de ducha y bañera) que sólo deberá instalarse en edificios residenciales de más de 16 viviendas y otras edificaciones donde se prevea un consumo anual de más de 400 m3 de este tipo de agua. Con este sistema, las aguas grises serán recogidas y conducidas hasta una depuradora, donde se tratarán. Posteriormente se devolverán a la vivienda para usarlas en las cisternas de los inodoros.
Los edificios, tanto de carácter público como privado, que incluyan el mantenimiento de espacios no pavimentados de más de 250 m2 que deban ser regados deberán disponer de un sistema de aprovechamiento del agua de lluvia para el riego mediante un sistema formado por captadores, canalizaciones y depósitos de almacenamiento. Un sistema parecido al que se puso en marcha el año pasado en el parque de limpieza, con la instalación de un sistema de recogida de aguas pluviales para lavar los vehículos que llevan a cabo la limpieza viaria en la ciudad.
La nueva ordenanza también recoge aspectos de ahorro de agua en jardines. Por un lado, recomienda el tipo de especies de plantas más adecuadas y que necesitan menos consumo de agua para su subsistencia. En este sentido, el Ayuntamiento está llevando a cabo toda la ciudad una sustitución progresiva de este tipo de plantas por otras especies que necesitan menos agua, como medida de ahorro en el riego. La ordenanza también limita el espacio o superficie de los jardines privados que se puede destinar al césped no adaptado al clima mediterráneo. Así, sólo se puede reservar a este tipo de césped un espacio que represente el 20% del total de la superficie del jardín.
Todas aquellas viviendas con piscinas de más de 30 m2 deberán utilizar un sistema de agua sobrante de las piscinas, es decir, aprovechar los excedentes que resulten de las limpiezas para regar (si se elimina el cloro) o para la limpieza de exteriores como terrazas y escaleras (si no se elimina).
Según recoge la ordenanza, las nuevas edificaciones o las que sufran una reforma integral deberán disponer de diferentes dispositivos como reguladores de presión, que se instalarán en las entradas de agua para limitarla y al mismo tiempo adecuar su consumo; aireadores en todos los grifos y duchas para reducir el caudal de agua, y cisternas de inodoros de doble descarga o bien con un volumen de descarga de 6 litros como máximo.