Se reduce la contaminación atmosférica por partículas con suspensión en Rubí en el último año
Un estudio de la Diputación de Barcelona establece que la calidad del aire en este aspecto ha mejorado en los últimos años.
La calidad del aire, referente a las partículas en suspensión, en nuestra ciudad ha mejorado de una forma importante durante el año pasado, según los datos del último informe de valoración de la calidad del aire para las partículas en suspensión elaborado por la Red de Vigilancia y Previsión de la Contaminación Atmosférica de la Diputación de Barcelona.
En Rubí, el porcentaje de estas partículas en el aire ha ido bajando de forma continuada desde que se está midiendo (2005), hasta llegar a niveles por debajo de la media anual recomendada por la Unión Europea. Estas partículas en suspensión en el aire están generadas básicamente por la contaminación generada por la combustión de los automóviles, y las actividades de la industria, la construcción y el comercio. Los niveles medios medidos de estas partículas durante el año 2011 han sido, de forma global, un 7% inferiores al año 2010 en las 13 estaciones con datos representativos, entre las cuales está la de Rubí, donde el descenso ha sido de 6 microgramos por metros cúbico de aire (μg/m3) durante el último año, la segunda ciudad donde más se ha reducido por detrás de Manresa. De hecho, ninguna de las estaciones ha superado los 40 μg/m3 de media anual establecidos por la legislación.
Las partículas en suspensión presentes en el aire causan efectos negativos sobre la salud, afectando especialmente al aparato respiratorio y el sistema cardiovascular. Por lo tanto, cuando en alguna zona se superan los valores regulados, la normativa establece que debe poner en marcha un plan de acción que reduzca los niveles de los contaminantes como mínimo a los valores límite correspondientes. Barcelona se encuentra en esta situación, junto con varios municipios del Barcelonès, Vallès Oriental y Occidental y del Baix Llobregat.
En Rubí, el porcentaje de estas partículas en el aire ha ido bajando de forma continuada desde que se está midiendo (2005), hasta llegar a niveles por debajo de la media anual recomendada por la Unión Europea. Estas partículas en suspensión en el aire están generadas básicamente por la contaminación generada por la combustión de los automóviles, y las actividades de la industria, la construcción y el comercio. Los niveles medios medidos de estas partículas durante el año 2011 han sido, de forma global, un 7% inferiores al año 2010 en las 13 estaciones con datos representativos, entre las cuales está la de Rubí, donde el descenso ha sido de 6 microgramos por metros cúbico de aire (μg/m3) durante el último año, la segunda ciudad donde más se ha reducido por detrás de Manresa. De hecho, ninguna de las estaciones ha superado los 40 μg/m3 de media anual establecidos por la legislación.
Las partículas en suspensión presentes en el aire causan efectos negativos sobre la salud, afectando especialmente al aparato respiratorio y el sistema cardiovascular. Por lo tanto, cuando en alguna zona se superan los valores regulados, la normativa establece que debe poner en marcha un plan de acción que reduzca los niveles de los contaminantes como mínimo a los valores límite correspondientes. Barcelona se encuentra en esta situación, junto con varios municipios del Barcelonès, Vallès Oriental y Occidental y del Baix Llobregat.