Unas 1.500 personas participan en el pasacalle de clausura de la Diada de Sant Jordi 2009
A lo largo de todo el día, la plaza de Cataluña, punto neurálgico de la fiesta un año más, estuvo llena de gente.
En torno a 1.500 personas participaron en el acto de clausura de la Festividad de Sant Jordi 2009 que, por primera vez, organizaba un pasacalle con la participación de los miembros de la Taula de Cultura Popular i Tradicional. Así, el público pudo disfrutar de la actuación de los gigantes del Grup de Geganters de Rubí y los del Teresa Altet en la plaza de Cataluña; de la audición y baile de sardanas organizado por Foment de la Sardana y la Escola de Sardanes Flor de Neu; del castell que levantó a los Castellers de Rubí; y de la cercavila de foc de los Diables de Rubí y los de la Riera, que cerró la actividad a las 21 horas.
Además, también por la tarde, en torno a una cincuentena de niños y niñas participaron en la sesión de Hora del cuento especial que, con ilustraciones de Gemma Escoda y narrado por Ana Belén Jarillo, les explicaron la leyenda de Sant Jordi.
Firma de libros, en la calle
Una de las novedades de este año ha sido el traslado del acto de firmas de libros a la parada que la Botiga de Rubí - Oficina de Turismo instala en la plaza de Cataluña, donde a lo largo del día se sucedieron la firma de libros por parte de autores locales. Esta actividad, recuperada nuevamente para la ciudad, quiere fomentar la difusión de las publicaciones locales y aproximar a sus autores al resto de la ciudadanía. Asimismo, en la parada se podían encontrar muchas de las publicaciones que tiene La Botiga de Rubí, así como el punto de libro, con un relieve de la fachada de la Casa Imbert en la plaza Pearson, que se repartió a quienes que se acercaban, un elemento que podría convertirse en un nuevo producto de La Botiga.
Otra de las novedades fue la actividad que proponía a los ciudadanos escribir una historia, en la que se invitaba a la ciudadanía a escribir la continuación de la frase 'Érase una vez un chico que se llamaba Rivo Rubeo y vivía en la ciudad de Rubí...', una propuesta que atrajo a bastante gente a escribir su historia entre Sant Jordi y nuestra ciudad.
Además, también por la tarde, en torno a una cincuentena de niños y niñas participaron en la sesión de Hora del cuento especial que, con ilustraciones de Gemma Escoda y narrado por Ana Belén Jarillo, les explicaron la leyenda de Sant Jordi.
Firma de libros, en la calle
Una de las novedades de este año ha sido el traslado del acto de firmas de libros a la parada que la Botiga de Rubí - Oficina de Turismo instala en la plaza de Cataluña, donde a lo largo del día se sucedieron la firma de libros por parte de autores locales. Esta actividad, recuperada nuevamente para la ciudad, quiere fomentar la difusión de las publicaciones locales y aproximar a sus autores al resto de la ciudadanía. Asimismo, en la parada se podían encontrar muchas de las publicaciones que tiene La Botiga de Rubí, así como el punto de libro, con un relieve de la fachada de la Casa Imbert en la plaza Pearson, que se repartió a quienes que se acercaban, un elemento que podría convertirse en un nuevo producto de La Botiga.
Otra de las novedades fue la actividad que proponía a los ciudadanos escribir una historia, en la que se invitaba a la ciudadanía a escribir la continuación de la frase 'Érase una vez un chico que se llamaba Rivo Rubeo y vivía en la ciudad de Rubí...', una propuesta que atrajo a bastante gente a escribir su historia entre Sant Jordi y nuestra ciudad.