Producción y consumo responsables
El ODS 12 pone el foco en las prácticas de producción y consumo. Para conseguir que sean sostenibles, de entrada hay que lograr un uso más eficiente de los recursos naturales, que pasa, entre otras cosas, por reducir el desperdicio de alimentos y la producción de residuos en general, a través de la prevención, la reducción, la reutilización y el reciclaje.
También se trata de garantizar una gestión correcta de los residuos inevitables, especialmente de aquellos que son tóxicos. A las empresas, especialmente a las de gran tamaño y a las transnacionales, se les pide que actúen de forma más sostenible y transparente. Pero los poderes públicos también pueden hacer mucho, a través de sus políticas fiscales y de contratación, y de impulso a la concienciación social sobre desarrollo y estilos de vida sostenibles.