El proyecto plantea como objetivo recuperar el espíritu de los Casinos multiculturales de principios del siglo XX, manteniéndose fiel a la historia del edificio, ligada a la actividad cultural y al asociacionismo rubinense, y se ha elaborado teniendo en cuenta las aportaciones realizadas durante los dos procesos participativos que tuvieron lugar en 2016 y el 2017 y los criterios que marca el Plan de Equipamientos Culturales de Cataluña en relación a dos tipologías: la de centro cultural polivalente y la de espacio escénico.

La rehabilitación planteada por el Ayuntamiento, con un coste total de 4 millones de euros, contempla todas las mejoras necesarias para garantizar el buen funcionamiento del equipamiento pero de la manera menos invasiva posible. La propuesta municipal respeta al máximo el proyecto de Puig i Gairalt, hasta el punto que mantiene la gran mayoría de los elementos que integran el edificio, ya sea restituyendo los originales ─cuando no estén dañados y no supongan ningún riesgo ni incumplimiento de la normativa vigente ─ o reproduciéndolos de manera fidedigna. Además, recobra el esplendor del espacio mediante actuaciones como la recuperación del gallinero ─ahora tapado por un falso techo─ o del color blanco original.

Uno de los aspectos que se han cuidado más a la hora de elaborar el proyecto ha sido el tratamiento acústico del edificio tanto a nivel interno ─para que cualquier acto que se celebre pueda disfrutar de la calidad acústica adecuada─ como externo ─aislamiento adecuado para que no entre ruido exterior y el equipamiento tampoco produzca molestias a los vecinos y vecinas más cercanos.

Teniendo en cuenta que uno de los usos principales del Casino tendrá que ver con las artes escénicas, el proyecto incluye todas las infraestructuras necesarias y en muchos casos inexistentes hasta el momento: galerías de servicio, nuevo muelle de descarga, instalaciones de iluminación, camerinos debajo del escenario, etc., así como una ampliación del escenario hacia adelante.

La propuesta municipal garantiza, además, la plena accesibilidad del espacio, con la única excepción de una pequeña parte de palcos que no se podrán adaptar por imposibilidad técnica. La instalación de dos nuevos ascensores facilitará el tráfico de personas en todas las plantas, que también ganarán otros servicios básicos como los aseos.