Asfalto y aceras
Antes, las calles sólo las ocupaban las personas, y los pavimentos que se hacían estaban pensados para ser pisados sólo por peatones, pero a lo largo del siglo XX también fueron ocupados por los vehículos. Por tanto, por aquellos pavimentos que fueron orientados para que sólo transitaran personas, ahora también circulan vehículos privados, vehículos pesados y motocicletas.
Actualmente, el Ayuntamiento está ejecutando un importante paquete de actuaciones de mantenimiento del asfalto en distintos puntos de la ciudad. Este contrato, dotado con 850.000 euros anuales, tiene por objetivo reparar aquellas incidencias en el asfalto detectadas por el Consistorio y, una vez solucionados estos puntos, realizar un mantenimiento puntual y preventivo en diferentes zonas del municipio.
A finales del siglo XX, aparecen las primeras zonas pensadas para los peatones, para que éstos vuelvan a ser los usuarios preferentes de las calles. Esta tendencia ha ido avanzando y, a principios del siglo XXI, se habla ya de la necesidad de desplazarse por las ciudades a pie, en bicicleta o en transporte público, en detrimento del vehículo privado. Por este motivo, el pavimento utilizado en las zonas con preferencia peatonal es diferente al de la calzada por donde circulan los vehículos. Actualmente, los centros urbanos y las zonas peatonales se han convertido en áreas de confluencia al aire libre, que han permitido dinamizar el entorno y evitar su degradación.
Fuera de las zonas peatonales, las personas transitan por las aceras, espacios donde, a menudo, también hay árboles. Las raíces necesitan oxígeno y hacen todo lo posible para captarlo, lo que significa que en muchas ocasiones acaban levantando el pavimento. Ante esta situación, el Ayuntamiento trabaja tanto por la supervivencia de los árboles como por el mantenimiento de las aceras.
Aunque el mantenimiento de las aceras es responsabilidad del Ayuntamiento, el mantenimiento de la parte de la acera que da acceso a los garajes privados, es decir, los vados, recae en los propietarios. Así lo recoge la Ordenanza Municipal sobre licencias de vados y estacionamientos reservados.