Recomendaciones para prevenir la COVID-19
Lávate las manos frecuentemente
Lavarse las manos es la medida más eficaz para reducir la transmisión de infecciones.
¿Cuando hay que lavarse las manos?
- Antes y después de ir al baño.
- Tras sonarse, toser o estornudar.
- Al llegar a casa después de salir a la calle.
- Antes de preparar o comer cualquier alimento.
- Después de tocar alimentos crudos.
- Cada vez que manipulamos basura, dinero, cartones, etc.
- Cuando tocamos animales y alimentos para animales.
- Después de tocar barandillas de escaleras públicas o las barras del transporte público.
- Tras el contacto directo con personas enfermas o su entorno.
- Y siempre que las manos están sucias.
¿Cómo hay que lavarse las manos?
Las manos se deben lavar con agua tibia y jabón, preferiblemente líquido y con pH neutro (o con soluciones alcohólicas 70%), hasta la altura de las muñecas, con movimientos de fricción y rotación. Hay que frotar bien palma contra palma y poner la palma de la mano derecha sobre el dorso de la izquierda y viceversa. Se deben entrelazar los dedos, para limpiar bien los espacios que hay entre ellos, y lavar el dorso de los dedos contra la palma opuesta con los dedos trabados. A continuación y con movimientos rotatorios, hay que frotar bien los pulgares mediante la mano contraria y, posteriormente, las puntas de los dedos de una mano sobre la palma de la otra mano, haciendo especial énfasis en las uñas. Finalmente, hay que enjuagar las manos bajo el chorro de agua y secarlas con una toalla limpia, un papel de un solo uso o un secador.
Otras pautas para una correcta higiene de las manos incluyen quitarse las joyas (relojes, anillos y brazaletes) previamente porque pueden interferir en el lavado, mantener las uñas cortas para evitar la acumulación de gérmenes abajo, y prevenir la irritación de la piel para evitar la colonización de bacterias no habituales mediante medidas como el uso de agua tibia (no caliente) o la aplicación de lociones y cremas.
Tápate la boca y la nariz al toser o estornudar
Hay que hacerlo con pañuelos desechables o con la cara interna del codo y lavarse las manos enseguida (con agua y jabón o con soluciones alcohólicas 70%).
Mantén la distancia de seguridad con otras personas
Respeta la distancia física personal de seguridad de 1,5 metros, tanto en espacios cerrados como al aire libre, con aquellas personas con las que no convives, aunque sean familiares o amigos.
Evita espacios concurridos, donde sea difícil mantener la distancia interpersonal y se puedan producir aglomeraciones.
Pónte la mascarilla
El uso de las mascarilla es obligatorio para todas las personas de 6 años en adelante, en la vía pública, en espacios al aire libre y en cualquier espacio cerrado de uso público, independientemente del mantenimiento de la distancia física interpersonal de seguridad.
Quedan exentas de esta obligación las personas que presenten algún tipo de enfermedad o dificultad respiratoria que pueda verse agravada por la utilización de la mascarilla o que, por su situación de discapacidad o dependencia, no dispongan de autonomía para quitársela la o bien presenten alteraciones de conducta que hagan inviable su uso.
Ventila a menudo los espacios cerrados
La ventilación es clave para evitar la concentración del virus en un espacio cerrado.
Se ha demostrado que el riesgo de contagio del coronavirus en el interior de los edificios es más elevado que en el exterior.
Por lo tanto, es importante ventilar al máximo posible los espacios cerrados para favorecer una renovación de aire suficiente, así como realizar al aire libre aquellas actividades que lo permitan.
Opta, siempre que sea posible, por mantener abiertas puertas y ventanas. Para que la ventilación sea efectiva, conviene abrir ventanas o puertas que se encuentren opuestas entre sí, para que corra el aire.
Si recibes visitas en casa, procura ventilar bien los espacios compartidos antes, durante y después de la visita. Recuerda, también, mantener los aseos bien ventilados.
Si dispones de sistemas de ventilación y climatización, mantén la máxima aportación posible de aire exterior. Si estos sistemas son descentralizados y, por tanto, sólo hacen circular el aire interior, compleméntalos con ventilación natural abriendo ventanas y puertas, o utilízalos a velocidades de ventilador bajas. Es necesario que los equipos estén en un buen estado de mantenimiento.
La ventilación, sin embargo, no sustituye las otras medidas para evitar contagios: mantenimiento de la distancia entre personas, el uso de mascarillas y la limpieza y desinfección de las manos y las diferentes superficies.
Limpia y desinfecta el hogar
Limpiar diariamente, utilizando agua y jabón, es fundamental para eliminar la suciedad y la materia orgánica de las superficies y arrastrar los microorganismos que puedan haber.
Hay que incidir especialmente en las zonas, puntos y objetos más comunes donde puede haber mayor riesgo de contacto con las manos: muebles, pomos de las puertas y de armarios, sillas o sillones, lámparas, el inodoro, los grifos, los interruptores u objetos como teléfonos, ordenadores o mandos a distancia.
Conviene que desinfectes después de limpiar para evitar que la suciedad interfiera con los desinfectantes y minimice la eficacia. Puedes emplear lejía, alcohol etílico entre el 62-71%, peróxido de hidrógeno al 0,5%, u otros productos desinfectantes con finalidad viricida autorizados para uso público en general y uso ambiental.
También es importante que ventiles diariamente todas las habitaciones y espacios de las viviendas durante 5 minutos al día como mínimo.
Limita la vida social
Mantén el grupo de convivencia habitual lo más estable posible y procura reducir los contactos sociales diarios para evitar la multiplicación de posibles cadenas de transmisión, y opta preferiblemente por los espacios al aire libre a la hora de hacer encuentros.
Si celebras reuniones familiares y actividades sociales, házlo preferentemente con las personas con las que mantengas una relación y un contacto cercanos de forma muy habitual y, si es posible, al aire libre. Evita generar aglomeraciones y respetar tanto las limitaciones en el aforo que se establezcan como las normas de protección individual.
Fuente: Canal Salut - Generalitat de Cataluña