Presentación
Nuestra Memoria Democrática es nuestro patrimonio; la defendemos con la transmisión de los valores democráticos fundamentales, libertad, igualdad y fraternidad, para proteger el legado de aquellos que lucharon por ellos.
En Rubí hace ya unos años que empezamos a poner en valor la defensa de estos valores democráticos, a lo largo del siglo XX.
Las calles, edificios, plazas, parques y monumentos de la ciudad guardan la memoria de nuestra ciudadanía, producto de una historia vivida y compartida por las generaciones que nos han precedido, rubinenses y muchísimas personas que han pasado por nuestra ciudad.
El espacio que ahora queremos consolidar de Memoria Democrática debe velar, proteger y difundir lo que, incluso con la vida, defendieron nuestros abuelos y abuelas. Queremos que sea un libro abierto de historias vividas del qué, del quiénes somos y del porqué. Ahora que los peligros que amenazan quieren volver a ocultar y maquillar todo lo que ocurrió en la Guerra Civil, las atrocidades que el franquismo y el fascismo hicieron a la población civil en Europa, es más necesario que nunca no olvidar, para no repetir los errores del pasado.
Parte de estas historias nos las podemos contar dado que tenemos documentos, películas, audios e, incluso, vecinos y vecinas testigos vivos de una época reciente. Pero también es cierto que en nuestra historia más reciente hemos vivido episodios de censura, ocultación, suplantación e incluso destrucción de elementos culturales, sociales y políticos que debemos recuperar y que deben ayudarnos a realizar esta tarea de contarnos quiénes somos.
En nuestra historia reciente como ciudad, hemos vivido el primer republicanismo y la dictadura de Primo de Rivera, la II República y sus avances democráticos y sociales. Hemos sufrido la Guerra Civil, la posguerra y el franquismo, también el fascismo, el nazismo y la deportación. Hemos vivido el resurgimiento de los ayuntamientos democráticos en 1979, que nos devolvió la democracia y nos trajo la reconquista de derechos y servicios públicos, la no persecución del sindicalismo y movimientos sociales y vecinales, la legalización de partidos políticos, etc. Y todo esto está escrito en nuestras calles, llenas de lucha democrática, antifranquista y antifascista, porque Rubí no ha estado ni es ajena a esta realidad.
Necesitamos, por tanto, un espacio propio en el Ayuntamiento que sirva de herramienta, que haga que esta historia que nos rodea la podamos escuchar cada día, leer, compartir, entender, comprender y aprender; y éste es nuestro objetivo desde la concejalía de Memoria Democrática.
Jordi Arnaiz Moreno
Concejal de Memoria Democrática, Políticas de Vivienda y Proursa