Detección precoz
Es el segundo tumor más frecuente en las mujeres, después del de mama, y el tercero en los hombres, después de los de próstata y pulmón. Su frecuencia aumenta con la edad y la mayoría de los casos suelen darse por encima de los 50 años.
La detección precoz del cáncer colorrectal tiene por objetivo detectar el cáncer en etapas muy precoces, cuando las personas carecen de síntomas, lo que permite que los tratamientos sean más efectivos.
En otros casos, la detección precoz puede detectar pólipos, que son alteraciones benignas del interior de la tripa, pero que en el transcurso del tiempo, podrían volverse malignos. Su detección y extirpación evita esta posible progresión.
Beneficios
Los estudios realizados indican que la detección precoz del cáncer colorrectal mediante esta prueba aumenta las posibilidades de curación y puede disminuir la mortalidad por este tumor hasta el 16% en los participantes en el programa.
En los casos en que se detectan pólipos, pueden extraerse fácilmente, reduciendo el riesgo de desarrollar cáncer.
Limitaciones
En algunos casos, aunque la prueba de detección precoz detecte sangre en las heces, la colonoscopia diagnóstica determina que la causa de los indicios de sangre en las heces es una alteración benigna y no un cáncer.
La prueba de detección de sangre oculta en heces, como cualquier prueba médica, no es perfecta y no detecta todos los cánceres. Puede que no se detecte el cáncer o el pólipo si en el momento de realizar la prueba no sangraba. Por este motivo, si nota alguna molestia (sangre en las deposiciones, cambio en los hábitos intestinales durante más de seis semanas, dolor abdominal) consulte a su médico aunque participe en el programa.